sexta-feira, 1 de novembro de 2013

20131101 O Espírito e o tempo

O Espírito e o tempo


Iniciei a leitura do livro acima no final desta tarde. Para minha surpresa o Professor Herculano Pires traz a citação de Heidegger, o filósofo que venho assistindo às aulas.


São 5 aulas do Professor da UBA (Universidad de Buenos Airtes) José Pablo Feinmann sobre Martin Heidegger.


Segundo ele "o filósofo mais importante do Século XX, e isso ninguém o pode negar". Eu não posso negar, mas alguém há de haver, mais versado em filosofia, capaz de o negar.



O ESPÍRITO E O TEMPO


“A História, que é essencialmente História do Espírito, transcorre “no tempo”. Assim, pois, “o desenvolvimento do Espírito cai no tempo”. Hegel, porém, não se contenta em afirmar a “intratemporalidade” do espírito como um factum, mas trata de compreender a possibilidade de que o Espírito caia no tempo, que é o “sensível não-sensível”, O tempo há de poder acolher o espírito, por assim dizer. E o espírito há de ser, por sua vez," afim com o tempo e com a sua essência.”

HEIDEGGER, Martin, crítica de Hegel, em “O Ser e o Tempo”.



Vejamos como Martin trata esse trecho em "O Ser e o Tempo" (ambas palavras grafadas em maiúscula por serem o cerne da obra):


b) La interpretación hegeliana de la conexión entre tiempo y espíritu

¿Cómo queda comprendido el propio espíritu, para que se pueda decir que, de acuerdo a su modo de ser, el espíritu —realizándose— cae dentro del tiempo, determinado como negación de la negación?

La esencia del espíritu es el concepto.

Con esta palabra Hegel no entiende la universalidad intuida de un género en cuanto forma de algo pensado, sino la forma del propio pensar que se piensa a sí mismo:
el concebirse —como aprehensión del no‐yo. Pero, puesto que la aprehensión del no‐yo significa una diferenciación, el concepto puro, en cuanto aprehensión de este diferenciar, implica una diferenciación de la diferencia.

Por eso Hegel puede determinar apofántico‐formalmente la esencia del espíritu como negación de la negación.

Esta “absoluta negatividad” ofrece la interpretación lógicamente formalizada del cogito me cogitare rem de Descartes, en el que éste ve la esencia de la conscientia.


De esta manera, el concepto es la concepción autoconcipiente del sí‐mismo, concepción en la que el sí‐mismo es propiamente como puede ser, es decir, libre.

“El yo es el concepto puro mismo que, como concepto, ha venido a la existencia”. “Pero el yo es esta unidad primeramente pura, que se relaciona consigo misma, pero no de un modo inmediato, sino en tanto que el yo abstrae de toda determinidad y contenido, y retorna a la libertad de la ilimitada igualdad consigo mismo”.


Así, el yo es “universalidad”, pero, con igual inmediatez, “singularidad”.


Este negar de la negación es, a una, lo “absolutamente inquieto” del espíritu y su automanifestación, la que es propia de su esencia. El “progresar” del espíritu que se actualiza a sí mismo en la historia lleva consigo “un principio de exclusión”. Pero esta exclusión no consiste en una separación de lo excluido, sino en sobrepasarlo.
Este liberarse sobrepasante y a la vez soportante caracteriza la libertad del espíritu. Por consiguiente, el “progreso” no equivale jamás a un crecimiento puramente 
cuantitativo, sino que es esencialmente cualitativo, y lo es según la cualidad del espíritu. El “progresar” tiene lugar cognoscitivamente y, en su meta, se sabe a sí mismo.

En cada paso [Schritt] de su “progreso” [“Fortschritt”], el espíritu tiene que “sobrepasarse a sí mismo como el verdadero obstáculo hostil a su meta”.


La meta del desarrollo del espíritu es “alcanzar su propio concepto”. El desarrollo mismo es “una dura e infinita lucha contra sí mismo”.


Puesto que la inquietud del desarrollo del espíritu que marcha hacia su concepto es la negación de la negación, resulta conforme al espíritu que, al actualizarse, caiga “dentro del tiempo” como la inmediata negación de la negación. Porque “el tiempo es el concepto mismo que está ahí y que se presenta a la conciencia como intuición vacía; por eso, el espíritu aparece necesariamente en el tiempo, y aparece en él mientras no aprehenda su concepto puro, es decir, mientras no suprima el tiempo.

El tiempo es el sí mismo puro externo intuido, no aprehendido por el sí mismo, el concepto solamente intuido”. De este modo el espíritu aparece necesariamente, y por su misma esencia, dentro del tiempo. “La historia universal es, pues, de un modo general, la interpretación del espíritu en el tiempo, paralelamente al modo como la idea se interpreta en el espacio como naturaleza”. La “exclusión” que forma parte del movimiento del desarrollo implica una relación con el no‐ser. Es el tiempo, comprendido desde el ahora, que se pavonea. El tiempo es la negatividad “abstracta”. En cuanto “devenir intuido”, el tiempo es el diferenciarse diferenciado que se encuentra inmediatamente allí, el concepto “existente”, es decir, el concepto que está‐ahí. Estando‐ahí y, por tanto, siendo externo al espíritu, el tiempo no tiene ningún poder sobre el concepto, sino que el concepto “es, más bien, el poder del tiempo”.
Hegel muestra la posibilidad de la realización histórica del espíritu “en el tiempo” apelando a la mismidad de la estructura formal del espíritu y del tiempo como negación de la negación. Es esta abstracción máximamente vacía desde el punto de vista ontológico‐formal y apofántico‐formal, en la que el espíritu y el tiempo se enajenan, la que posibilita el establecimiento de una afinidad entre ambos. Pero como, por otra parte, el tiempo es concebido en el sentido del tiempo del mundo plenamente nivelado, quedando así su origen enteramente encubierto, el tiempo se presenta frente al espíritu pura y simplemente como algo que está‐ahí. Por eso el espíritu no puede sino llegar a caer “dentro del tiempo”. Pero queda en la oscuridad lo que pueda significar ontológicamente este “caer” y la “realización” de ese espíritu que es dueño del tiempo, y que, propiamente, “está fuera de él".


Pero así como Hegel no esclarece el origen del tiempo nivelado, así también deja totalmente sin examinar el problema de si la constitución esencial del espíritu como negación de la negación puede ser posible de otra manera que sobre la base de la temporeidad originaria.


***


É difícil, pois são dois grandes pensadores em confronto aqui.


Hegel propoe o "desdobramento do espírito sobre si mesmo" num processo dialético e histórico transcorrido no tempo.


Por outro lado Heidegger ve o espírito como "um Ser arrojado na existência" ou "jogado na existência" na "temporeidade originária" como vimos acima.


Pensando como espirita como compreendo isso? Esse embrulho gigantesco para mim?


Enquanto Heidegger tem a visão do espírito na sua origem e sua essência, vendo apenas sua temporalidade da criação ("somos criados simples e ignorantes" como aprendemos todos).


Hegel, por sua vez, analisa a vida do espírito dentro da História (maiúscula mesmo, História da Humanidade, processo histórico). E isto apenas pode ocorrer se olharmos a temporalidade de forma mais ampla.


O que permite ao espírito se relacionar com um objeto, estruturar um conceito sobre esse objeto sob sua análise (negação primeira); e num momento posterior negar o conceito primeiro (negação da negação).


Essa negação da negação passa a se tornar agora o conceito primeiro, capaz de ser novamente confrontado num processo sem fim.


A relação espírito-objeto pode ser tida por espírito-corpo (encarnação), que tem por contrapartida uma nova encarnação numa outra relação espírito-corpo. Num processo a meu ver infinito, pois sempre nascerão coisas novas a conhecer. Mes este é um outro debate.


Essa "Dialética dos Conceitos" ou "Dialética Interexistencial" (ou palingenética como quer Herculano Pires) é a geratriz do progresso do espírito e da própria História segundo compreendi do que li de Hegel.


Para Hegel o progresso do espírito se dá em paralelo, ou dentro do progresso da própria História da Humanidade.


Acato de bom grado outras formas de ver esse mesmo texto. Uma outra mirada menos complexa que a encontrada por mim.


A Filosofia tem esse condão de nos apresentar a cada dia um novo desafio a ser vencido.

E sempre uma nova perspectiva para nossa trajetória espiritual.


Paulo Cesar Fernandes

01 11 2013

terça-feira, 29 de outubro de 2013

20131029 Nossas funções superiores

Nossas funções superiores


Interessantes coisas acontecem com os objetos que compramos.


O teclado do meu micro, em poucos meses, a tinta das letras desapareceram. Mas, se toco com os dedos as teclas certas, elas e os sinais são corretamente digitados. A missão superior de cada uma das teclas permanece inalterada.


Posso eu, e isso ocorre algumas vezes me enganar na tecla apertada, mas as funções superiores estão sempre ali. Presentes. Firmes. Perenes.


Assim são os homens. Aqueles cuja vida sempre se pautou pela busca do desenvolvimento de funções superiores da personalidade, verão seu corpo perder a vitalidade; a mobilidade ir perdendo a velocidade; por vezes uma doença tolhe alguma possibilidade física; mas as funções espirituais superiores sempre darão uma resposta condizente a tudo aquilo amealhado ao longo de toda a vida.


Muitos, nos momentos mais difíceis de sua avançada idade, dão mostras de um bom ânimo ausente em muitos jovens na plenitude de seu vigor.


É a luz da inteligência; é a paciência perante os dissabores da vida; é a palavra fácil e doce, trazendo aos homens da Terra uma nova esperança, uma perspectiva mais ampla ante os limitantes do
momento.


Muitos homens e mulheres valorosos e memoráveis temos ao nosso lado em nossa jornada; e, mais da vezes, não lhes valorizamos a companhia. Não dizemos o quanto nos são importantes, o quanto os admiramos e os amamos. Somos silenciosos demais quando se trata em verbalizar o amor.


Homens e mulheres temem falar do amor que lhes vai no coração. Como se amar nos tornasse mais fracos ante os demais.


Seria o amor uma fragilidade?


Contrário. Amor é uma força a mover o mundo, mesmo quando não o é percebido assim, pelos contemporâneos dos capazes de amar verdadeiramente, sem qualquer adicional intenção ou interesse.


Pessoas há cujo amor se expressa na mais cristalina pureza. Habitam nossos caminhos e não o percebemos. Nossos olhos não são olhos de ver o amor.


Mais facilmente vemos o desamor, as baixas emoções, a agessividade. Somos criados na forja da competição, da necessidade de vitória material, na busca da sobrepujança sobre o outro, na dominação dos demais.


Colocar o outro a meu serviço é a meta no mundo. "Todos querem impor regras ao mundo." diz uma música de Patti Smith, cantora norteamericana nada divulgada no Brasil por sua ideologia.


Georg F. W. Hegel em "Dialética do amo e do escravo" descreve a vida a nós imposta, pela educação de milênios, mesmo dentro das religiões. Vencer o outro. O outro é sempre um oponente, quando não um inimigo. As "Guerras Santas" e toda a incompreensão religiosa marca a história dos povos.


Uma outra lógica é possível, e bem provavelmente seja essa a lógica capaz de nos conduzir à felicidade.


É essa a questão central a partir de agora, um tempo de maior liberdade.


Quais valores nos são válidos?


Como nos postamos diante de nossos semelhantes?

Adversários? Inimigos?


A palavra de nosso vizinho será sempre para nos ferir? Ou será uma lúcida advertência capaz de nos fazer sentir a vida numa ótica renovada?


Estamos numa fase de transição na história da humanidade. A incerteza generalizada abre espaço ao novo. O novo pensar. Um novo agir. Uma nova possibilidade, e não mais de lucro material, mas de avanço civilizatório.


Assim. Podemos seguir como somos. Ou, por meio de nossos atos, nos tornar arautos de um novo tempo, um novo rumo para esta Terra tão combalida nas mesquinharias tantas por ela já
vivenciadas.


O futuro não está nas mãos do Estado como propunha Hegel. O futuro é de nosso interesse e responsabilidade. A dialética mais importante se realiza dentro de cada um de nós.


Quando Gandhi dizia "Vitorioso é o que vence a si mesmo" não mentia. Já propunha uma outra lógica capaz de nos reorientar as diretrizes existenciais.


Não é tempo para nos sentirmos pequenos. Mas para nos fazermos automotivados na pequena transformação de cada dia.


Solitária. Sem holofotes. Silente. Mas constante como a água diária a nos sanar o corpo.


Não será uma jornada fácil para quem faça tal escolha. O mundo vem no rumo oposto.


Despojados do imposto pela errônea educação do passado, nossos passos serão muito mais eficazes e rumaremos sim, mesmo contracorrente, com o coração sereno e a consciência de termos feito o melhor ao nosso alcançe. Pois teremos por único parâmetro nosso passado. E nosso espaço já percorrido confrontado com o vindouro.


O melhor de nós a cada dia. Apenas isso.



Paulo Cesar Fernandes

29 10 2013

segunda-feira, 28 de outubro de 2013

20131028 Desencarnou o professor Herculano Pires

Desencarnou o professor Herculano Pires
Jorge Rizzini
 
 
 
 
A cidade de São Paulo homenageia o Professor Herculano Pires

 
 
No dia 9 de março, às vinte e uma horas e quinze minutos, em São Paulo, desencarnou o professor Herculano Pires em conseqüência de um enfarte.
 
Tinha sessenta e cinco anos incompletos. Seu corpo foi enterrado no dia seguinte, às quatro horas da tarde, no cemitério São Paulo com enorme acompanhamento. Instituições espíritas e culturais fizeram-se presentes, destacando-se a União Brasileira de Escritores e a Academia Paulista de Letras. Falaram à beira do túmulo o deputado Israel Dias Novaes, o qual frisou que naquele instante se fazia o enterro de um grande brasileiro; o deputado e jornalista Freitas Nobre, em nome do Sindicato dos Jornalistas Profissionais do Estado de São Paulo (a bandeira do sindicato cobria o caixão); o professor Rino Curti, da FEESP; e, entre outros, o autor destas linhas, que falou em nome dos espíritas dos demais Estados. O filho de Herculano Pires agradeceu as homenagens.
 
 
Logo após o desencarne Herculano deu mensagem
 
 
O fenômeno é raro, mas autêntico. Todos se recordam de que Allan Kardec e Cairbar Schutel (dois exemplos clássicos) se manifestaram logo após o passamento. Herculano Pires, na condição inegável de espírito superior e grande conhecedor da mediunidade, fez o mesmo. Ora, no momento em que o mestre sofreu o enfarte realizava-se uma sessão mediúnica em seu lar, onde há anos o Grupo Espírita Cairbar Schutel vem desenvolvendo suas atividades. Alguns familiares, que não participavam da sessão, levaram o professor para o hospital, mas em silêncio, a fim de que o trabalho mediúnico prosseguisse. Terminada a sessão foram lidas duas mensagens psicografadas; uma, sem assinatura e que atribuímos a Cairbar Schutel (patrono do grupo) referia-se, claramente, ao desencarne e a outra era do próprio Herculano Pires e dirigida à sua esposa, dona Virginia. Curioso, é que nenhum dos participantes acreditou nessas mensagens porque Herculano Pires gozava de boa saúde; e pelo fato de que a mediunidade de Artur Puxiam, ainda em desenvolvimento, carecia de estabilidade... Mas o ambiente espiritual era bom e Herculano Pires manifestou-se, mesmo.
 
 
Dados biográficos de Herculano Pires
 
 
José Herculano Pires nasceu no dia 25 de setembro de 1914 em Avaré, no Estado de São Paulo. Seu pai, José Pires Correa, era jornalista e farmacêutico; a mãe, dona Bonina Amaral Simonetti Pires, pianista.
 
Realizou os primeiros estudos em Avaré, Itaí e Cerqueira César. Os preparativos para o curso normal foram feitos em Botucatu. Desde garoto sentia-se atraído pelo jornalismo e literatura. Com apenas quatorze anos de idade transformou o jornal político de seu pai (O Porvir) em semanário literário.
 
E aos dezesseis anos lançou seu primeiro livro de contos (Sonhos Azuis) e aos dezoito, um de poesias (Coração), passando a colaborar, então, nas grandes revistas do Rio de Janeiro, como "A Cigarra", "O Malho" e a "Revista da Semana". Em 1938 casou-se com Maria Virgínia de Anhaia Ferraz, com quem teve quatro filhos e que lhe foi um sustentáculo por toda a existência. Em 1940 o casal transferiu-se para Marília, onde Herculano Pires dirigiu o "Diário Paulista", de sua propriedade, durante seis anos consecutivos. E em fios de 1946 fixou-se em São Paulo, mas trazendo o romance "O Caminho Meio", que a editora Brasiliense lançaria e que seria saudado por Afonso Schmidt e José Geraldo Vieira, então os maiores romancistas paulistas. Nos "Diários Associados", onde se engajou, imediatamente, foi repórter, redator, secretário do "Diário da Noite" e cronista parlamentar, durante cerca de trinta anos.
 
Dotado de uma cultura humanística, enciclopédia, Herculano Pires, deixou, aproximadamente, setenta trabalhos. Fez romance, novela, poesia, ensaio, crônica... Em todos os gêneros literários foi grande; dentro e fora do movimento espírita.
 
O professor Herculano Pires era graduado em Filosofia pela Universidade de São Paulo. E regeu a cátedra de História e Filosofia da Educação na Faculdade de Filosofia, Ciências e Letras de Araraquara; foi membro do Instituto Brasileiro de Filosofia, membro do Instituto Histórico e Geográfico de São Paulo; presidente do Sindicato dos Jornalistas Profissionais do Est. de São Paulo; presidente do Instituto Paulista de Parapsicologia; diretor da União Brasileira de Escritores; presidente e um dos fundadores da primeira instituição com o objetivo de unir os jornalistas e escritores espíritas, o Clube dos Jornalistas Espíritas de São Paulo, onde durante longos anos realizou os seus famosos "serões espíritas" e cursos de Espiritismo.


Sua iniciação espírita
 
 
Herculano Pires tornou-se espírita pelo raciocínio.
 
Em criança tivera visões mediúnicas e, bem jovem, iniciou a Busca da Verdade. Um primo de seu pai, Francisco Correa de Melo, levou-o, então, para a Teosofia, não obstante fosse toda a família católica. O estágio na Teosofia, porém, pouco durou.
 
Herculano Pires desejava provas, que a Teosofia não podia oferecer. Foi quando, descrente e já quase materialista, leu "O Livro dos Espíritos", que o converteu, irreversivelmente. Tinha Herculano Pires, então, vinte e dois anos de idade.


Sua primeira fase no movimento espírita
 
 
O mandato espiritual de Herculano Pires começou a desenvolver-se em Marília, através do jornal, rádio e palestras em centros espíritas. Ativou de tal forma o movimento na região, que Marília foi escolhida para ser a sede do I Congresso Espírita da Alta Paulista, em 1946. Foi devido à tese de Herculano Pires participou, ativa-mente, do I Congresso Espírita Paulista, o qual aprovou a fundação da União Social Espírita (USE). Logo depois seria instalado o I Congresso Educacional Espírita Paulista, projetado e convocado pelo mestre, Luisa Peçanha de Camargo Branco, Sebastião Gonçalves e José Paneta; uma idéia arrojada para a época. Foi desse congresso que nasceu o Instituto Espírita de Educação.
 
Herculano Pires, mais tarde, foi eleito vice-presidente da USE. A instituição, todavia, sofrendo pressão de alguns confrades, persistia em enveredar pelos caminhos políticos e Herculano, então, com toda a dignidade renunciou ao cargo. Mas, notemos, não abandonou a USE - o Clube dos Jornalistas Espíritas de São Paulo, que era a menina de seus olhos, continuou adeso. E o mestre nunca mais fez parte da diretoria de entidades de cúpula.

20131028 Questões nascidas de Paul Virilio

Questões nascidas de Paul Virilio


Antes de colocar minhas questões, nascidas de um video onde Paul Virilio apresenta suas ideias, convém mostrar algo de seu pensar à guisa de introdução.

Quanto à entrevista percebam que foi feita em 2008, ano exato da explosão da bolha imobiliária dos EUA.


Biografia



Fonte: Wikipédia, a enciclopédia livre.

Paul Virilio (Paris, França, 1932) é um filósofo, urbanista francês, arquiteto, polemista, pesquisador e autor de vários livros sobre as tecnologias da comunicação.

Define a era da informática como algo perigoso, já que nos leva à perda da noção da realidade, quebrando distâncias e territorialidades e ainda proporcionando uma quantidade absurda de informações. Ele é caracterizado como um crítico que vê como negativas as implicações dos meios de comunicação de massa, apesar de não se considerar como tal, Virilio não considera a eliminação da internet e da cibernética, mas sugere que elas sejam utilizadas de forma civilizada. Para ele, estar na contramão
das modas intelectuais é uma obrigação dos pensadores autônomos e engajados nas lutas por um mundo melhor. Ele relaciona a internet com a história e a cultura norte-americana, caracterizada por uma imposição ao mundo, um controle universal como o “big brother” previsto por George Orwell. Paul cita também o empobrecimento gerado pela concentração de dinheiro nas mãos de poucos e a automação que substitui o homem em quase todas as áreas.


Paul Virilio é um democrata, crítico do neoliberalismo, do capitalismo, da globalização e do novo império da técnica em todas as suas formas, do ciberespaço à automação. “Velocidade” pode ser considerada a palavra-chave dos pensamentos de Virilio acerca da Cibercultura, pois, segundo ele, a realidade é definida por um
mundo virtual, onde se pode estar em todos os lugares e ao mesmo tempo em nenhum, ou seja, não se tem mais a noção de tempo e espaço. Ele acredita que nós estamos vivendo a Era da “Dromologia” (dromos= corrida), em que a pressa dita o ritmo das mídias e se nega a reflexão e se intensifica a superficialidade.


Virilio afirma ainda que o teatro e a dança são as duas únicas linhas de resistência à virtualização: “Não há globalização sem virtualização. O teatro e a dança têm necessidade de apresentar o corpo. Então são as artes do corpo por excelência. É preciso preservá-las, se as deixarmos desaparecer na virtualização, se não
preservarmos os corpos de atores e dançarinos, provaremos que as novas tecnologias são exterminadoras dos corpos não apenas através do desemprego, da miséria, mas também da referência à corporalidade, isto é, à própria teatralidade”.[carece de fontes]
No livro Os Motores da História, Paul Virilio afirma que as inovações tecnológicas transformam, modificam, alteram o espaço geográfico em todas as escalas (local, nacional e global). Ao escrever sobre os motores da história, nos mostra como as inovações técnicas transformam as relações entre os indivíduos com a natureza em todas as escalas.


Os motores a vapor, a explosão, o elétrico, o foguete e o da informática, contribuíram para uma “tecnicização do território”, tornando assim o espaço geográfico cada vez mais mecanizado com profundas alterações no modo de produzir, nas formas de circulação e de consumo do espaço. Podemos frisar que Paul Virilio diz que “O Homem sempre seguiu a lei do menor esforço”, sendo nítida esta tese de acordo com a evolução dos tempos, tal como facilitação da vida humana através da adaptação dos meios comunicativos.


O primeiro motor

O motor a vapor, na ocasião de uma revolução da informação e da criação da primeira máquina, ou seja, da máquina que serviu à revolução industrial. Foi o motor a vapor que permitiu o trem e, portanto, a visão do mundo através do trem, a visão em desfile, que já é a visão do cinema. Cada motor modifica o quadro de produção de nossa história e também modifica a percepção e a informação.


O segundo motor

O motor de explosão, propiciou o desenvolvimento do automóvel e do avião. Voando, o homem obteve uma informação e uma visão inéditas do mundo: a visão aérea. O motor de explosão possibilitou uma infinidade de máquinas, as máquinas-veículo e também toda uma série de máquinas de produção industrial.


O terceiro motor

O elétrico, deu origem à turbina e favoreceu a eletrificação, permitindo, por exemplo, uma visão da cidade à noite. Evidentemente ele favoreceu também o cinema. O cinema é uma arte do motor. Certamente as primeiras máquinas e câmeras foram manuais, mas sabemos que elas foram eletrificadas rapidamente. O desenvolvimento do cinema, que modificou a relação do homem com o mundo, está diretamente relacionado com a invenção do motor elétrico.


O quarto motor

É o motor-foguete que permitiu ao homem escapar da atração terrestre. Através dele temos os satélites que servem à transmissão do sistema de segurança. Satelizando os homens, ele permitiu a visão da Terra a partir de uma outra terra: a Lua. Assim, cada motor modificou a informação sobre o mundo e nossa relação com ele. Eu creio que isto nunca foi dito.


Nós esquecemos que a arte é sempre uma arte do motor. De uma certa maneira, as artes primitivas eram ligadas ao metabolismo, ou seja, ao pintor, ao escultor etc., mas desde que inventamos a máquina nós inventamos um meio diferente de perceber e de conceber o mundo. O último motor é o motor informático, é o motor à inferência lógica, aquele do software, que vai favorecer a digitalização da imagem e do som, assim como a realidade virtual.


Ele vai modificar totalmente a relação com o real, na medida em que permite duplicar a realidade através de uma outra realidade, que é uma realidade imediata, funcionando em tempo real, live.



Livros editados no Brasil



Guerra e Cinema. Boitempo, 2005.

Estratégia da decepção. Estação Liberdade, 2000.

A bomba informática. Estação Liberdade, 1999.

A arte do motor. Estação Liberdade, 1996.

Velocidade e politica. Estação Liberdade, 1996.

A Máquina de Visão. José Olympio, 1994.

O Espaço Crítico. Editora 34, 1993.



***

Entrevista de Paul Virilio ao Jornal "Le Monde"


“O crash atual representa o acidente integral por natureza”

Há trinta anos o filósofo Paul Virilio analisa as catástrofes como a conseqüência inelutável do progresso técnico. Ele vê na crise financeira o exemplo mais acabado de sua tese, na qual as vítimas não são mais os mortos, mas os milhares de desabrigados que perdem suas casas. Em entrevista ao jornal francês "Le Monde", Virilio diz que "nossas proezas técnicas são grandes promessas catastróficas".


(Entrevista do urbanista e filósofo francês Paul Virilio, concedida a Gérard Courtois e Michel Guerrin, e publicada no Le Monde de 18 de outubro de 2008)


Em 2002, sob o título “O que acontece”, você apresentou à Fundação Cartier uma exposição sobre o acidente na história contemporânea: Chernobyl, 11 de setembro, tsunami...Uma fórmula de Hannah Arendt guiava sua demonstração: “O progresso e a catástrofe são as duas faces de uma mesma moeda”. Com o crash das bolsas, onde estamos?

Paul Virilio: De fato, em 1979, no momento do acidente da central nuclear de Three Mile Island, nos EUA, eu evoquei um “acidente original” - desses que nós mesmos fabricamos. Eu dizia que nossas proezas técnicas são grandes promessas catastróficas. Antes, os acidentes eram locais. Com Chernobyl, passamos aos acidentes globais, às conseqüências inscritas na duração. O crash atual representa o acidente integral por excelência. Seus efeitos se difundem ao longe, e ele integra a representação dos
outros acidentes.

Faz trinta anos que se produz o impasse sobre o fenômeno de aceleração da História e que essa aceleração é a fonte de multiplicação dos grandes acidentes. “A acumulação põe fim à impressão de acaso”, dizia Freud a propósito da morte. Sua palavra-chave aqui é acaso. Esses acidentes não são casuais. Nos satisfazemos neste momento em estudar o crash das bolsas sob o ângulo econômico ou político, com suas conseqüências sociais. Mas não se pode compreender o que se passa se não se põe sob investigação uma economia política da velocidade, gerada pelo progresso das técnicas, e se não a relaciona ao caráter acidental da História.


Vamos dar só um exemplo: dizemos que tempo é dinheiro. Eu acrescento que a velocidade – a Bolsa o prova -, é o poder. Nós passamos de uma aceleração da História a uma aceleração do real. É isso o progresso. O progresso é um sacrifício consentido.
Não estudamos os acidentes suficientemente?

Paul Virilio: A historiografia dominante se limita a analisar os fatos de longa duração. Eu defendo, ao contrário, uma história acidental, feita unicamente de rupturas. O historiador François Hartog fala do “presentismo” dominante. É preciso ir além. Nós vivemos no “instantaneísmo”.

Para compreender os acidentes, é preciso estudá-los, mas também os expor. O acidente é uma invenção, um trabalho criativo. Quem, melhor que os artistas, poder fazer sentir a dimensão trágica do progresso? Daí a exposição “O que acontece” - nela eu abordava o crash da bolsa -, que prefigurava um museu ou um observatório dos
grandes acidentes a que chamo de meus votos. Não para causar medo, mas para enfrentar.


Como definir, para além de seu aspecto de surpresa, o acidente das bolsas?

Paul Virilio: Como para todo acontecimento contemporâneo, é preciso levar em conta uma série de sincronizações em nível mundial. Sincronizações de hábitos, de costumes, de maneiras de reagir, mas também das emoções. Passamos de um comunismo de classe a uma mundialização instantânea e simultânea dos afetos e dos medos – e não mais das opiniões. Foi o caso do World Trade Center ou com o tsunami.

Com este crash da bolsa é a mesma coisa. Depois de uma curta fase técnica – quebra de bancos, queda de preços -, passamos a um período de “histericização” exagerada das reações. Fala-se de “loucura dos mercados”, de reações “irracionais”, quase de fascinação pelo fim do mundo. Os terroristas compreenderam muito bem esse fenômeno e jogam com ele.


Você crê como certo que o capitalismo se aproxima do seu fim?

Paul Virilio: Penso antes que é o fim que se aproxima do capitalismo. Eu sou urbanista. O crash mostra que a terra é pequena demais para o progresso, para a velocidade da História. Daí a repetição dos acidentes. Nós vivemos com a convicção de que temos um passado e um futuro. Ora, o passado não passa; ele se tornou monstruoso, ao ponto em que não o tomamos mais como referência. Quanto ao futuro, ele é limitado pela questão ecológica, o fim programado dos recursos naturais, com o petróleo.

Resta, portanto, o presente a habitar. Mas o escritor Octavio Paz dizia: “O instante é inabitável, como o futuro”. Nós estamos vivendo isso, inclusive os banqueiros.

É aqui e agora que isso está em jogo. Um novo aspecto se criou. Não é a finitude que é triste, é a realidade. É preciso aceitá-la. O crash nos ensina que é preciso vivê-lo na sua grandeza própria, num mundo acabado. Nós temos uma obrigação de inteligência de fazer isso.


A finança não inventou um mundo virtual?

Paul Virilio: A velocidade fazia com que se ganhasse dinheiro, a finança quis impor o valor-tempo ao valor-espaço. Mas o virtual também faz parte da realidade. E além do mais, o soi-disant mundo virtual, no qual se pode englobar paraísos fiscais, é o do exotismo, que eu assimilo ao do colonialismo; é o mito de um outro planeta habitável.


À diferença dos outros acidentes, o crash da bolsa permanece hermético à maioria do público. Isso é grave?

Paul Virilio: Não compreendemos, mas intuímos e isso é suficiente. É preciso intuir o que acontece. Evidentemente, a incompreensão reforça o medo. Mas, ao mesmo tempo, não temos mais tempo de ter medo. O mais inquietante é a aparição de uma dissuasão civil, individual, íntima, que ganha todos os domínios da vida. Somos
dissuadidos de fazer tal ou tal coisa como indivíduos. Desde o 11 de Setembro fomos tomados por um medo civil, em função da industrialização do acidente. Para verificar a solidez dos automóveis, efetuamos os testes de colisão. O crash da bolsa é um teste de colisão de natureza grandiosa. Até o divórcio se industrializa. Poderia se introduzir uma cotação nos divórcios, como para medir se o casal e a família se tornaram ilusões.


Pode-se falar de moral do crash, no sentido em que ele também pune aqueles que ganham fortunas?

Paul Virilio: Eu não sou um justiceiro. Compreendo os críticos que dizem que alguns obtiveram lucros indecentes. Eu não nego os estragos da acumulação de riquezas.

Mas criticar essa aceleração dos lucros e da História, essa “avareza galopante”, como dizia Eugène Sue, permanecer no quadro materialista do lucro é uma análise redutora, insuficiente.

O que está em jogo é mais sofisticado e grave. Nós passamos por algo de uma outra natureza. Essa economia da riqueza se tornou uma economia da velocidade. É de resto o problema da esquerda. Eles aplicam os velhos esquemas, proclamam a morte do capitalismo, esperando mais justiça social. Esse diagnóstico é um pouco apressado. Temos realmente um grande bebê no colo...Se o Estado não assume a medida desse futurismo do instante, poderíamos ao contrário ver chegar um capitalismo sem limites.


Você disse que “A Airbus, ao inventar um avião de 800 lugares, criou 800 mortos potenciais”. Mas o crash das bolsas não causou mortes...

Paul Virilio: Não é a peste, não há milhões de vítimas, não é tampouco o 11 de Setembro. E não é a mortalidade que conta agora, afora alguns suicídios. As vítimas são outras. De onde parte a crise atual? Dos subprimes, das casas à venda a crédito em condições impossíveis. Do solo. As vítimas são algumas centenas de milhares de pessoas que perderam suas casas. A noção de sedentariedade já está posta em causa com os imigrantes, deportados, refugiados, o deslocamento das empresas, etc.

O fenômeno vai se acentuar. Até 2040, um milhão de pessoas serão forçadas a se mudarem do lugar em que vivem. Eis aí as vítimas. Nós estamos na noção do stop / eject. Paramos e ejetamos.


Você acredita no caos?

Paul Virilio: Depois do sistema financeiro haver se destabilizado, o crash ameaça desestabilizar o Estado, a última garantia de uma vida coletiva. Neste momento ele tenta tranquilizar. Mas se a Bolsa continua a cair, é o Estado que irá à falência, e porá as nações no caos. Não se trata de catastrofismo de minha parte. Eu não acredito no pior, não acredito no caos; é absurdo, é arrogância intelectual, mas não se deve se impedir de pensar. Diante do medo absoluto, eu oponho a esperança absoluta. Churchill dizia que o otimista é alguém que vê uma oportunidade em cada calamidade.



* Paul Virilio é urbanista, filósofo, ensaísta, ex-diretor da Escola de Arquitetura de Paris, autor de A Arte do Motor, Velocidade e Política, A Bomba Informática e A Estratégia da Decepção.

Fonte em 28/10/2013:

http://www.cartamaior.com.br/?/Editoria/Economia/'O-crash-atual-representa-o-acidente-integral-por-natureza'%0d%0a/7/14361


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Questões persistentes em minha mente:





1. Temos necessidade de tal volume de informações? Com toda a instantaneidade das notícias?


2. Estamos verdadeiramente informados, ou somos vítimas de uma ilusão informacional? Ilusão no que concerne ao que ocorre no mundo e não tratado pelos MCM (Meios de Comunicação de Massas), não tratado por incompetência e por falta de interessem ou por achar desinteressante.


3. Quem elege o que me é interessante? Eu ou os donos dos MCM?


4. Até quando seremos reféns do filtro dos donos dos MCM e das Agências Internacionais de Notícias?


E nesse panorama nos acreditamos informados. E acreditamos ser uma individualidade potente por esse motivo. Somos crentes nas informações em nosso poder, na sua diversidade, bem como na sua diversidade.


Vivemos o reino da ilusão.


Essa ilusão de potência nos traz felicidade. Nos traz outra vez o Paraíso de Adão e Eva, momento anterior à tomada da consciência.
Fizemos uma grande trajetória para atingir o domínio da técnica, da tecnologia; e chegamos assim à Aldeia Global, onde a informação e os recursos financeiros transitam em segundos da Ásia à Europa; e desta às Américas; fazendo ao mesmo tempo o sentido inverso.


Tudo é veloz.


Esta é a era da velocidade e da transitoreidade em tudo. Era de transição, onde o passado e seus valores se desfizeram; mas o futuro com seus novos padrões ainda não se estabeleceu.


Sabemos da instabilidade trazida por todo período de transição.


Situação em que as pessoas buscam qualquer coisa que lhes seja capaz de dar segurança.


No capitalismo a segurança é o capital. Daí o crescimento das multinacionais da fé; ou de filosofias religiosas em geral conservadoras. Todas elas.


Aos oponentes ao capitalismo surgem algumas alternativas:


a) as velhas e carcomidas ideologias da década de 60, com seus líderes, e seus diversos gurus;

b) o niilismo;

c) as múltiplas propostas de espiritualidade;

d) o anarquismo clássico;

e) os movimentos da violência pela violência: punks; black blocks; etc.


Mas uma outra mirada é possível para a contemporaneidade, centrada esta na individualidade; no Ser; no espírito; ou seja lá a nomenclatura escolhida para cada unidade pensante presente em nosso planeta.


Essa Unidade Pensante é o foco da nossa era.


Muito mais forte que nas décadas de 60 e 70, quando o Professor de Filosofia da USP José Herculano Pires, em seus escritos dizia que viviamos na Era do Espírito.


Nos encontramos em um momento histórico onde a Liberdade supera todas as fases anteriores. Nos países de mentalidade aberta o homem pode ser ateu ou religioso; judeu ou muçulmano sem ter por isso sua integridade física violada.


Bom frisar que falo de países onde a sociedade progrediu para um Estado Laico; uma Educação Laica. Um lugar onde o Estado possa ser garantidor da liberdade de consciência e expressão.


Vejo a América Latina caminhando nesse rumo. Inclusive com o crescente respeito às práticas milenares dos Povos Originários em muitos dos nossos estados. Tomo por exemplo as Eleições Parlamentares Argentinas de 27 de outubro de 2013, onde o pleito ocorreu se valendo de dois idiomas: o espanhol, e a língua do povo majoritário na Província. Assim o Quechua, o Guarani e o Mapuche foram usados sem dificuldades. Possibilitando a expressão da individualidade desses Povos Originários
secularmente desprezados. Discriminados.


Pensar o nosso tempo, a Era do Espírito, é pensar e acolher a multiplicidade de características culturais, intelectuais e ideológicas, tendo sempre em mente a igualdade de condições  em que todos fomos criados e ampliar mecanismos de manifestação de cada individualidade, no tempo necessário a essa manifestação.


Sem apressar nada, na naturalidade inerente a cada espaço geográfico e à vida de cada um na sua especificidade.


O respeito e o afeto ao semelhante, deve ser a marca predominante na Era do Espírito.

Paulo Cesar Fernandes

28 10 2013